Hace unos meses, un investigador envió un mensaje telepático a Twitter simplemente pensándolo, usando su cerebro como un dispositivo de entrada de ordenador a través del sistema de interconexión neuronal BCI2000. La empresa Emotiv Systems lanzó, a principios de 2009, una interfaz neuronal comercial llamada EPOC, capaz de detectar los pensamientos del usuario y traducirlos a comandos comprensibles por un programa de ordenador. En el sitio web de la compañía hay clips de vídeo que muestran usuarios controlando videojuegos con el pensamiento. Podemos decir con seguridad que el año 2009 marcó el nacimiento de la era de la comunicación telepática.
Si no eres un hacker apasionado, no te des aún prisa para llegar a la tienda de electrónica: estos dispositivos de interfaz neuronal (BCI, Brain-Computer Interface) tienen todavía años de desarrollo por delante antes de alcanzar la madurez operativa. Pero, por supuesto, esto va a cambiar rápidamente. Hay mucho dinero en las innumerables aplicaciones de la tecnología BCI, y nuestra comprensión del cerebro, aunque todavía muy limitada, ya ha alcanzado una masa crítica. Estos dos hechos asegurarán el rápido desarrollo operativo de la tecnología BCI comercial: el lento lenguaje de niños de hoy en día entre el cerebro y el ordenador dará lugar a una comunicación muy rápida y precisa. Y ya que las computadoras están conectadas por Internet, también las mentes de sus usuarios estarán conectadas por Internet: los lentos SMS tecleados de ayer serán sustituidos por los mensajes largos telepáticos de mañana. La tecnología BCI, que se originó en programas militares y de investigación médica, incluyendo ensayos clínicos con pacientes con discapacidad grave, se encuentra en su camino hacia el mercado comercial.
El equipo dirigido por Ted Berger, descrito como el hacker de la Memoria por Popular Science, ha pasado los últimos diez años desarrollando prototipos de chips de memoria que pueden ser implantados directamente en el cerebro. Ésta sigue siendo una investigación muy experimental, pero creo que avanzará rápidamente llegando a la madurez operativa en el próximo par de décadas.
Nadie ha visto y descrito la convergencia de estas tendencias como Ben Goertzel, uno de los principales expertos del mundo en Inteligencia Artificial. En un artículo titulado Brain-Computer Interfaces: de las prótesis a los chips de telepatía, Goertzel escribe: "Pensar en el "chip de telepatía", un implante neuronal que permite al usuario proyectar sus pensamientos y sentimientos a los demás, y recibir los pensamientos o sentimientos de los demás.".
Las mentes de todos estarán permanentemente conectadas a la Internet inalámbrica y, a través de Internet, a las mentes de todos los demás. Una vez que la comunicación neuronal sea lo suficientemente profunda, precisa y rápida, será posible transferir la información contenida en el cerebro de una persona, con sus recuerdos, pensamientos y sentimientos, a dispositivos de almacenamiento y procesamiento de mayor rendimiento. Esta tecnología de transferencia mental ("mind uploading") puede llegar a ofrecer la inmortalidad práctica.
Si no eres un hacker apasionado, no te des aún prisa para llegar a la tienda de electrónica: estos dispositivos de interfaz neuronal (BCI, Brain-Computer Interface) tienen todavía años de desarrollo por delante antes de alcanzar la madurez operativa. Pero, por supuesto, esto va a cambiar rápidamente. Hay mucho dinero en las innumerables aplicaciones de la tecnología BCI, y nuestra comprensión del cerebro, aunque todavía muy limitada, ya ha alcanzado una masa crítica. Estos dos hechos asegurarán el rápido desarrollo operativo de la tecnología BCI comercial: el lento lenguaje de niños de hoy en día entre el cerebro y el ordenador dará lugar a una comunicación muy rápida y precisa. Y ya que las computadoras están conectadas por Internet, también las mentes de sus usuarios estarán conectadas por Internet: los lentos SMS tecleados de ayer serán sustituidos por los mensajes largos telepáticos de mañana. La tecnología BCI, que se originó en programas militares y de investigación médica, incluyendo ensayos clínicos con pacientes con discapacidad grave, se encuentra en su camino hacia el mercado comercial.
El equipo dirigido por Ted Berger, descrito como el hacker de la Memoria por Popular Science, ha pasado los últimos diez años desarrollando prototipos de chips de memoria que pueden ser implantados directamente en el cerebro. Ésta sigue siendo una investigación muy experimental, pero creo que avanzará rápidamente llegando a la madurez operativa en el próximo par de décadas.
Nadie ha visto y descrito la convergencia de estas tendencias como Ben Goertzel, uno de los principales expertos del mundo en Inteligencia Artificial. En un artículo titulado Brain-Computer Interfaces: de las prótesis a los chips de telepatía, Goertzel escribe: "Pensar en el "chip de telepatía", un implante neuronal que permite al usuario proyectar sus pensamientos y sentimientos a los demás, y recibir los pensamientos o sentimientos de los demás.".
Las mentes de todos estarán permanentemente conectadas a la Internet inalámbrica y, a través de Internet, a las mentes de todos los demás. Una vez que la comunicación neuronal sea lo suficientemente profunda, precisa y rápida, será posible transferir la información contenida en el cerebro de una persona, con sus recuerdos, pensamientos y sentimientos, a dispositivos de almacenamiento y procesamiento de mayor rendimiento. Esta tecnología de transferencia mental ("mind uploading") puede llegar a ofrecer la inmortalidad práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario